No hago más que mirarte con estos ojos hambrientos de ti, con ganas de que me mires y de que me sonrías, de que te acerques a mi y me susurres al oído que me esperas en la sala de los enamorados dentro de cinco minutos, donde me besarás y me agarrarás diciéndome que no te deje nunca, que te quiera el resto de mi vida.
Lo haré, lo prometo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario